Las nuevas tecnologías son sinónimo de progreso, de avance. Una sociedad sin ellas se quedaría anclada en el pasado.
De unos años hacia acá han pasado a ocupar gran parte de nuestra vida. No nos podemos imaginar haciendo ciertas cosas de nuestra vida diaria sin ellas.
En el ámbito de la educación, las tecnologías de la información y la comunicación, se están desarrollando a pasos agigantados siendo una necesidad, ya que los rápidos cambios, el aumento de los conocimientos y las demandas de una educación en pasos de la actualización se convierten día a día en una exigencia permanente. Atrás queda la mirada donde sólo se veía el ordenador en el despacho del director y un poco más reciente en la sala de informática.
Hoy en día los colegios se van contagiando de ese espíritu tecnológico, las aulas se llenan de ordenadores y aparecen también las pizarras digitales.
Es una realidad incuestionable hoy que la incorporación de las TICs en la sociedad y en especial en la educación aporta una gran fuente de recursos y materiales didácticos que influyen de manera significativa en la enseñanza y el aprendizaje de la comunidad estudiantil.
Éstas, las nuevas tecnologías, son una herramienta que proporcionan al alumno protagonismo sobre su propio aprendizaje, además de aumentar su motivación y satisfacción. La posibilidad de manipular, de interactuar favorece el aprendizaje significativo. Los recursos visuales y auditivos variados y el planteamiento de actividades como situaciones reales facilitan la comprensión de aspectos que resultan a veces difíciles de integrar en el trabajo tradicional del aula.
Como conclusión he de decir que la utilización de las TICs en el aula pasará de ser una posibilidad y se convertirá en una necesidad como una herramienta de trabajo básica para el profesorado y el alumnado.
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